El cantante y compositor Ginés Paredes, más conocido como Walls, nos cuenta detalles de su próximo disco y su importante concierto en el Movistar Arena de Madrid
Ginés Paredes, más conocido como Walls, está inmerso en la creación de su próximo álbum. Por ahora solo se conocen dos adelantos: ‘Mi nena’ y ‘Conmigo no lloras’.
Al mismo tiempo que prepara nueva música, este verano está actuando en festivales por diferentes puntos de España. El único concierto anunciado hasta la fecha que ofrecerá en solitario será el 21 de febrero de 2026 en el Movistar Arena de Madrid.
Hablamos con Walls para conocer detalles de sus inicios en la música, el nuevo disco y su importante concierto en Madrid. Además, nos cuenta su percepción de la industria musical.
Entrevista a Walls
Has lanzado dos adelantos del que será tu próximo disco. ¿En qué fase está el álbum?
Está en fase creativa porque aún no sé muy bien qué es lo que quiero hacer con el proyecto. No sé cómo enfocarlo.
¿Te cuesta más decidir qué canciones metes en un disco o encontrar ese nexo que tengan todas en común para ir en un mismo proyecto?
El elegir qué canción entra en el disco no es tan complicado. Lo que es más complicado es encontrar un sonido, un nexo entre los temas. Hay canciones que compongo que me gustan muchísimo, pero que no las veo para el disco. Intento que los sonidos sean bastante diversos, pero también mola mantener una línea para que la gente vea que el disco no es una recopilación de 12 temas.
¿Notas cierta presión para publicar música cada poco tiempo?
Antes más, ahora ya me da un poco igual. Lo único que me condiciona a la hora de sacar un proyecto son los bolos. Digo: “hostia, tengo un bolo importante, me gustaría que este proyecto estuviese fuera cuando este bolo se diese porque así puedo cantar los temas de este proyecto”.
Hablando de bolos importantes, en febrero de 2026 vas a estar en el Movistar Arena en Madrid, ¿cómo lo estás llevando?
Llevo meses preparándolo, muy poquito a poco ahora mismo. Desde hace una semana y media le estoy dando ya zapatilla, poniéndome ya con el tracklist.
¿Va a ser tu concierto más ambicioso?
Sí, obvio.
A pesar de tu juventud llevas ya unos cuantos años en la industria de la música, ¿qué es lo que más y lo que menos te gusta?
Lo que más me gusta en la industria musical es que hay muchísima gente a la que admiro y lo que menos es que hay muchísima gente a la que no. Hay muchísima gente que respeto un montón, que trata la música como yo creo que debe tratarse, con cariño, con amor, haciendo proyectos sólidos.
No me gusta en lo que se ha convertido la industria. Esa rapidez para sacar canciones, esa forma de consumo tan efímera, no va conmigo. La música que yo hago puede ser mejor o peor, pero tiene alma, que es algo que escasea mucho hoy en día, tanto en los artistas consolidados del top 50 de España como los emergentes que copian a esos consolidados. Esa parte de frialdad, de que la música se esté convirtiendo en ‘fast food’, la detesto.
Estudiaste ADE y Periodismo aunque no llegaste a acabar ninguna de las carreras. ¿Cómo llegaste a que lo tuyo era la música?
Lo de la música lo sabía bastante antes que lo de la carrera. Mi padre toca bastantes instrumentos. Toca la guitarra, el timple, el cuatro venezolano… Con dos años ya tenía un timple en las manos, aunque no tengo ni idea de tocarlo. Yo creo que era una manera del destino de decirme que me iba a dedicar a esto. Mi padre, que es la persona que más admiro en el mundo junto a mi madre, fue el que me inculcó la música.
Lo de la carrera, cuando cumples 18 años y no tienes ninguna estabilidad en nada y tienes que hacer algo, pues en mi caso elegí hacer una carrera. Elegí primero ADE porque cuando uno tiene esa edad comete errores. No me fue muy bien y al año siguiente entré en Periodismo. Tuve un primer año muy guay porque hice como un doble grado, lo que pasa que fue el año que en marzo llegó la pandemia, pero guardo un muy buen recuerdo de ese grupo de amigos que hice.
Tus inicios en la música fueron como rapero en batallas de gallos. ¿Queda algo todavía de ese Walls?
Algo queda, yo creo que ese canalleo a la hora de subirse a un escenario. Para escribir se utiliza una parte de la cabeza muy diferente que para batallar. No tiene nada que ver la forma en la que escribo con la forma en la que ejecutaba frases, pero sí la forma en la que las digo. Cuando improvisaba era muy directo, decía las cosas tal cual, crudas, y a la hora de escribir intento preservar esa crudeza.
¿Cómo te sientes cuando en los conciertos escuchas a la gente cantar tus canciones y cuando ves que hacen versiones de tus propios temas?
Es loco porque al final son cosas que he escrito en mi casa. Muchas veces uno se infravalora. Ese contraste de ser ahí la hostia y luego al día siguiente estar solo en tu casa te hace pensar. Ver que la gente canta mis temas pues a uno le motiva.
Lo de las versiones es raro porque a veces cogen mis temas y cambian una palabra de la letra, que es algo que yo hacía cuando tenía 12 años y hacía covers. Me cargaba a lo mejor una palabra de un tema de Melendi y me inventaba una frase porque no la entendía, porque me daba pereza buscarla, y la gente ahora hace lo mismo con las mías y digo: “hostia, no era el único”.
Hasta que llegue el concierto del Movistar Arena en febrero de 2026, ¿qué va a pasar con Walls?
Voy a seguir haciendo mi música. Tengo muchísimas cosas por sacar. Se viene un proyecto bastante grande que quiero hacerlo con calma y bien. Es mi proyecto más ambicioso hasta la fecha.
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